La urinoterapia, medicina histórica y moderna, es ahora foco de atención pública en el mundo. Los maestros de esta terapia dicen:"La orina es una revolución de la medicina" (Dr. Nakao, de la Sociedad Médica de Japón)."La orina es la caridad del universo" (Dr. Uryu)."La orina es agua de la vida" (John Armstrong, autor de El agua de la vida)."Este libro no es para generar controversias, sino que es un mensaje dedicado a todas las personas que sufren de enfermedad y luchan por su liberación". (Dr. Atom Inoue)El tesoro que su cuerpo necesita, disponible en su propio cuerpo.
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4 mis experiencias al mundo la sabrá el lector en su debido momento. Soy plenamente consciente de que la publicación de un libro conlleva diversos inconvenientes indirectos; uno de ellos es que el autor puede verse inundado de cartas, y el otro, si es practicante de la medicina, que puede verse desbordado de pacientes que apelen a él o a sus editores. Como no solicito clientes, esa fue una de las razones por las que deseaba retrasar la redacción de este libro. Pero ahora que va a llegar al público debe ponerse de relieve lo siguiente: 1) Como existe ahora una ley por la que es ilegal que quien no sea practicante médico cualificado pueda declarar que puede curar determinadas enfermedades -el cáncer entre ellas-, debe tenerse en cuenta que todos los historiales de casos relativos a esas enfermedades que se mencionan en este libro pertenecen a pacientes tratados antes de que se promulgara esa ley. No me encuentro en posición de afirmar si la ley puede extenderse hasta la ilegalización de un profano que afirme que ha curado esos trastornos en el pasado; pero si es así, entonces de acuerdo con el dictamen médico, uno tendría que suponer forzosamente que cuando esas enfermedades han respondido a un tratamiento que no era el ortodoxo, por fuerza habían sido diagnosticadas erróneamente! 2) Como la terapia que se perfila en este libro es un sistema curativo totalmente desprovisto de medicinas, y es especifico para la salud y no para una enfermedad determinada, la diagnosis no juega una parte práctica en el tratamiento. Por tanto, aunque los capítulos llevan como titulo los nombres de diversas enfermedades ello se hace en nombre de la conveniencia literaria, y para demostrar que han resultado adecuados para el tratamiento general. JOHN W. ARMSTRONG (1944) "Muchas personas creen que cincuenta mil médicos, grandes hospitales, ejércitos de enfermeras, dentistas y clínicos y unos trescientos mil perturbados mentales tratados son los signos de una civilización y medicina en progreso, pero lo que demuestra en realidad todo eso es el completo fracaso de nuestro sistema médico, y la mala educación pública en cuestiones de nutrición y modos de vida. Las miles de
7 el único en hacerlo, es que dentro del hombre mismo se puede encontrar la sustancia que cura sus enfermedades, ya se trate de enfermedades de desgaste u otras; y me propongo sustanciar esa afirmación mediante hojas de historiales, siguiendo el principio de que unos gramos de hechos valen más que kilogramos de teorías. Si para el establecimiento de los hechos resultan esenciales las referencias a fallos médicos, esto es algo inevitable que va en interés del público y de la verdad; y esas referencias no se hacen con espíritu alguno de hostilidad hacia los doctores. Quede de relieve que hay muchos médicos honestos y carentes de egoísmo con quienes no quiero ser injusto: lo que me veo obligado a criticar no son las personas, sino las prácticas* y creencias nocivas y erróneas. Los lectores verán por sí mismos que esas críticas no surgen de otros motivos. No tengo ningún remedio secreto ni patente de medicina que vender. Ciertamente, aún siendo un profano, sólo siga la conducta exigible a cualquier miembro honesto de la profesión médica: no hacer ningún secreto de cualquier descubrimiento que pueda resultar útil para la curación de la humanidad y más todavía, si fuera posible que el tratamiento en muchos casos se pueda realizar en casa sin gasto económico alguno. * Este aspecto del asunto ha sido plenamente tratado por Mr. Ellis Barker (cuyos libros han sido publicados por John Murray) y por Mr. Cyril Scott en sus libros, Doctors, Disease and Health y Vietory over Cancer; también merece la pena leerse The Cauldron of Disease, de Arc Waerland. 2. EL AGUA DE LA VIDA Antes de relatar mis propias experiencias con la terapia de la orina, es aconsejable citar algunas opiniones extraídas de fuentes antiguas y modernas con respecto al valor de la orina como agente curativo. Hacia principios del siglo pasado, un libro titulado One Thousand Notable Things fue publicado simultáneamente en Inglaterra, Escocia e Irlanda. Aparece en él la curiosa cita siguiente: "Un remedio universal y excelente para todas las destemplanzas internas y externas. El beber su propia agua por las mañanas durante nueve días seguidos cura el escorbuto y vuelve el cuerpo más ligero y alegre. Es bueno contra la hidropesía y la ictericia, bebido como antes (se decía). Lavarse las orejas con él calienta y es bueno contra la sordera, ruidos y la mayoría de las otras dolencias de los oídos. Lavarse los ojos con su propia agua cura los ojos llagados y aclara y fortalece la vista. Lavarse y frotarse con ella las manos elimina el entumecimiento, grietas y llagas y hace más flexibles las articulaciones. Lavarse cualquier herida con ella es algo extraordinariamente bueno. Lavarse cualquier parte que pique elimina la comezón. Lavarse el ano es bueno contra las hemorroides y otras llagas. " He aquí otro extracto tomado expresamente de un viejo libro llamado Salmon 's English Physician, publicado en 1695, que citaré en parte:
8 "Se toma la orina del tipo humano y de la mayoría de animales de cuatro patas; pero es la primera la que se utiliza principalmente en medicina y química. Es el suero o la parte acuosa de la sangre, que siendo enviada por las arterias emulgentes a los riñones, allí es separada y fermentada por las partes, convertida en orina... La orina del hombre o la mujer es caliente, seca (?), disolvente, limpiadora, luchadora, resistente a la putrefacción; se utiliza internamente contra las obstrucciones del hígado, bazo, vesícula biliar, así como contra la hidropesía, ictericia, detención de las reglas en las mujeres, la peste y todo tipo de fiebres malignas. Exteriormente (aplicada), limpia la piel y la suaviza lavándola con ella, especialmente si está caliente (recién hecha). Limpia, cura y seca las heridas, aunque esté hecha con armas envenenadas. Cura la caspa, y bañando los lugares de los pulsos se enfría el calor de las fiebres. Es excelente contra el temblor, entumecimiento y perlesía, y bañando la zona del bazo la orina alivia el dolor que provoca. Las virtudes de las sales volátiles de la orina. -Absorbe poderosamente los ácidos y destruye la raíz misma de la mayoría de las enfermedades del cuerpo humano. Abre todas las obstrucciones de... los riñones, misentería y útero, purifíca toda la masa de sangre y los humores, cura... la caclexia... reumatismo y enfermedades hipocondríacas, y se da con admirable éxito en los casos de epilepsias, vértigos, apoplejías, convulsiones, letargias, migrañas, perlesías, cojeras, entumecimientos, pérdida del uso de los miembros, atrofias, vapores, ataques de las madres, y la mayoría de los catarros y enfermedades de humedades de la cabeza, cerebro, nervios, articulaciones y útero. (debería añadirse la leucorrea a esta lista.) Abre obstrucciones de los riñones y pasajes urinarios, disuelve las coagulaciones tartarosas en esas partes, rompe y expele la piedra y la grava. Es un remedio específico contra la disuria, ischuria y todas las obstrucciones de la orina." Ante este panegírico muchos hemos dado en llamarla el agua de la vida. Pero también hemos leído que en el siglo XVIII fue muy alabada como enjuague de boca por un dentista parisino. Citaré ahora algunas opiniones modernas sobre el valor de la orina. Escribiendo en Candide, el prof. Jean Rostande pone de relieve repetidamente el significado biológico de las sustancias conocidas con el nombre de hormonas. Su artículo, de unas palabras, se puede condensar del siguiente modo: "Un descubrimiento reciente relativo a la actividad de las hormonas ha revolucionado completamente su estudio: que algunas de ellas se filtran por los riñones para pasar a la orina. En la orina normal se han encontrado múltiples hormonas hipofísicas, las hormonas de las glándulas suprarrenales y sexuales... El descubrimiento de la hormona-urinoltogia ha tenido consecuencias de largo alcance. La orina proporciona una cantidad prácticamente ilimitada de materia básica... Desde el punto de vista terapéutico, es posible ver el uso de estas hormonas humanas como aparentemente capaz de ejercer gran poder sobre el organismo humano... " Por tanto, la orina alabada por muchos de los antiguos, pero malentendida por los semimodernos, aparece ahora como un maravilloso depósito: un filtro de valor preeminente. Contiene, en forma pura y en cantidades inimaginables, productos de naturaleza muy vital, confirmando lo que decía Mr. Ellis Barker cuando escribía que "nuestro cuerpo destila las medicinas más maravillosas y proporciona los sueros y anticuerpos más perfectos." Citaré ahora algunas observaciones tomadas de un panfleto del Dr. T. Wilson Deachman, Ph.C., M.D., quien escribe: "Como el contenido de la orina varía de acuerdo con el estado patológico del paciente, su uso está
12 C.C. N/ l0 ácido 21,8* * El Dr. G. S. Cotton. de Temple, Texas, me escribe que la orina también contiene "alontaína" (c4h6.03.n.4). En la lista anterior no se hace ninguna mención a las valiosas hormonas a las que se refería el prof. Jean Rostand. Esto es significativo, por cuanto que muestra la cantidad de valiosas sales minerales contenidas en una orina saludable; para apreciarlo hay que estudiar el sistema bioquímico de la medicina. Aún así, tal como dijimos, hay amplias variaciones en la composición urinaria, de acuerdo con las bebidas y comidas consumidas. Por ejemplo, tomando a 50 individuos normales, y teniendo en cuenta que la media de urea N. es de 682, la cantidad máxima obtenida es de y la mínima de 298. En cuanto al volumen de orina pasada, varía mucho de acuerdo con la dieta y la estación del año. Además, la orina pasada por la noche es un cuarto o la mitad de la pasada por el día. A la vista del análisis superior, podemos hacernos la siguiente pregunta: si los elementos que revela la orina no son requeridos por el cuerpo, por qué los químicos y bioquímicos de nuestro alimentos enfatizan su valor y declaran que son esenciales para el mantenimiento del cuerpo? La idea de que la orina contiene elementos venenosos que el cuerpo está tratando de eliminar se basa sólo en teoría, y no está demostrada por hechos. Puesto que los supervivientes de naufragios que van en botes o almadía suelen beberse su orina cuando el suministro de agua es deficiente, si bebieran un líquido venenoso morirían o enfermarían. Lejos de eso, se afirma que la práctica de beber orina es inocua, pero (tal como el Departamento Médico de la Marina señaló por carta en respuesta a una pregunta) "el beneficio obtenido no es tan grande como podría parecer a primera vista, pues en los casos de deshidratación la producción de orina baja hasta un nivel ínfimo... ". Más adelante haré un comentario sobre esto. Entretanto, comentaré que lo que puede ser un "veneno" cuando está separado de su entorno natural, puede no actuar como tal cuando permanece en ese entorno. La profesión médica debió quedar impresionada cuando a principios de siglo Charrin escribió un libro entero sobre los venenos de la orina, pero tal como el profesor Jean Rostand (ya citado) ha escrito desde entonces: "No está lejano el tiempo en que será imperativo escribir sobre las bendiciones de la orina". Ciertamente, tal como veremos en estas páginas, el hecho más sobresaliente es que la orina, por espesa, concentrada, escasa y aparentemente "venenosa" que pueda aparecer al inicio de enfermedades como la de Brigth, gripe y otras, muy pronto se filtra y aumenta mucho de volumen cuando se bebe libremente. Este es un hecho que he atestiguado, junto con otros practicantes de la terapia de orina, en cientos de los llamados casos desesperados, y es la respuesta mejor y más definitiva a la objeción que estoy tratando. Otra objeción que se ha propuesto (especialmente por quienes han puesto su confianza en los "príncipes" de la medicina) es la siguiente: si en otro tiempo se supo que la orina era un remedio valioso, por qué ha caído en descrédito? Pero los que plantean esta pregunta no deben estar familiarizados con los hechos más elementales de la historia médica ortodoxa, que consiste en una larga serie de cambios de política, cambios de medicinas, cambios de tratamiento, de modas y "supersticiones explotadas", de altercados, de envidias e incluso de persecuciones. Algunos de los "remedios" más extraños han estado de moda durante unos años, para ser considerados años más tarde como una de las más bárbaras supersticiones. Por ejemplo, al famoso cardenal Richelieu le dieron a beber en su lecho de muerte excrementos de caballo en vino, y no eran unos charlatanes, sino hombres que hoy en día serían calificados de doctores. (Véase Devils, Drugs and Doctors, de H. W. Haggarf. MH.D.) No estoy dando a conocer "secretos de estado" al aludir a la inestabilidad que caracteriza a la profesión médica ortodoxa. Hablando en el King's College H.M. School el 1 de octubre de 1918, el cirujano general Sir Watson Cheyne, M.P., pedía a los estudiantes que recordaran:
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